| YO NO SÉ MAÑANA… |
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La foto de la última semana de octubre, estuvo cargada de un fuerte simbolismo, desde un ángulo superior muestra una mujer vestida de luto, sola y valiente, frente a un féretro cerrado con una bandera argentina, la banda y el bastón presidencial y a los pies los pañuelos de madres y abuelas de plaza de mayo, que enfrentando la adversidad de un país caníbal. De las cenizas del duelo emerge esa imagen heroica: Cristina Fernández de Kirchner que da los primeros pasos de una nueva vida. La muerte dignifica, la tragedia joven y súbita de un líder exalta sus virtudes y perdona o simula sus defectos. Y ese halo dolorosamente benéfico desciende sobre el proyecto que encarnaba Néstor Kirchner y sobre la viuda que lo representa y continúa.
Aún en medio de la congoja, se pueden hacer varias observaciones: Cristina crecerá en las encuestas, será beneficiada por una importante tregua política, cosechará admiradores apolíticos donde no los tenía y saldrá adelante. Este escenario no parece ilógico y rompe con una tendencia que hasta la semana pasada parecía irreductible: los Kirchner iban directo a una derrota electoral. Pero no todo puede medirse por la frialdad del juego, también pesa y mucho, el factor humano. Por factor humano deben entenderse varias cuestiones. En principio, cómo procesará personalmente la Presidenta esta brusca viudez y también cómo reemplazará a un compañero irremplazable. Néstor era, a la vez, el jefe del Partido Justicialista, el verdadero ministro de Economía, el articulador de las alianzas, el verdugo de los adversarios, y el disciplinador de legisladores, jueces, alcaldes, gobernadores y periodistas. ¿Sabrá Cristina razonar sin su gran socio operativo?. La presidenta es una mujer extraordinariamente preparada, de vasta experiencia parlamentaria, pero sin tanto rodaje en la gestión ejecutiva.
La muerte de Néstor ocurre en un momento decisivo. El calendario no perdona, y el peronismo acecha. Una parte importante del peronismo se mantuvo leal a Kirchner porque éste manejaba los caudales públicos con mano dura y nadie quería quedar solo. El peronismo es un movimiento polifacético y policlasista, que tiene un gran sentido de la oportunidad. Ese oportunismo le permite encontrar siempre al macho alfa de la manada para seguirlo en la dirección en la que corre la historia. Un traje a medida para cada ocasión: fue nacionalista en los '40, desarrollista en los '50, conservador y a la vez guevarista en los '70, socialcristiano en los 80' y neoliberal en los '90. |
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Durante el kirchnerato, adoptó algo así como un neonacionalismo de izquierdas, sostenido con orgullo por militantes pequeños burgueses y tolerado con indiferencia por el resto de la estructura peronista. Pero esta familia, siguiendo a Kirchner, tuvo una amarga derrota en las últimas elecciones parlamentarias y no quiere repetir el error. Por lo tanto, el peronismo llora a Kirchner y espera a marzo. Espera ver qué peronista está al tope de los sondeos para ponerse bajo su batuta y avanzar hacia las urnas. Los kirchneristas, como se escuchó estos días, apuestan a que esa persona será Cristina, pero todo parece todavía demasiado prematuro. Lo cierto es que, mientras tanto, todos cerrarán filas alrededor de la Presidenta porque a nadie le conviene debilitarla. Ni siquiera a los poderosos dirigentes sindicales de la derecha peronista que crecieron de manera increíble durante estos siete años. Cualquiera sabe que, en este país, esos dirigentes pueden poner en jaque la gobernabilidad.
De todo esto se habla se habla estos días, de la nueva vida de Cristina de su calvario y su futuro. Que Dios se apiade de nosotros. |
| EDITORIAL: HABLEMOS DE NOSOTROS |
Escribe Hugo Perez
Por estos días FM Libre pone en el aire un nuevo programa tendiente a absorber todas las opiniones de los ciudadanos, en función de las distintas problemáticas de la localidad, sin dejar de lado la premisa de la libre expresión, basándose en el respeto a los demás tanto en el consenso como en el disenso.
Ahora bien…estamos preparados para hablar de nosotros mismos en el marco de la autocrítica, sabemos donde estamos parados y que queremos para nuestro futuro como comunidad, prevalece en nosotros ese sentimiento hacia el bien común del que tanto nos jactamos? Son interrogantes que debemos ir respondiendo como ciudadanos integrantes de una comarca signada por muchísimas falencias.
Nos apremia el tiempo, debemos conseguir confraternizar en pos de expandir a todos los vecinos el sentido de la búsqueda que iniciamos, para comenzar a desandar los mismos caminos todos juntos, más allá de los desacuerdos lógicos que toda empresa lleva consigo.
No debemos permitirnos perder piezas fundamentales por las disidencias, tenemos la obligación de ser humildes a la hora de la negociación para que el fin justifique los medios.
Hablemos de nosotros abriendo nuestra mente a otras ideas, siendo respetuosos de las opiniones distintas a la nuestra, sabiendo que existen distintas miradas de una misma realidad y de las cuales a veces podemos aprender
Hablar de nosotros también significa escuchar y escucharnos para adquirir nuevos conceptos que sean canalizados hacia ese bien común.
Hablemos de nosotros para saber donde fallamos también, sin soberbia y a sabiendas que del error se aprende mucho más que del acierto.
Para no caer en la tentación que significa seguir al otro sin mirar a nuestro alrededor y dejar que las decisiones se tomen fuera de nuestra orbita, ser protagonistas de la historia que vivimos y no actores de reparto, compartir la sensación que deja palucha por la autonomía que es igual a la lucha por la libertad… |
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